Hablar de la salud de las mujeres es un acto de transgresión y resistencia, así también reivindicamos nuestro derecho a seguir vivas, a la salud integral y la dignidad. Tomar conciencia de la importancia de nuestra salud –pero también de los aportes que las mujeres hemos realizado para la comprensión de la salud de forma integral– es fundamental para luchar por vidas dignas para nosotras y por la posibilidad de construir procesos sociales, donde nos pongamos en el centro y sea posible construir propuestas políticas que reconozcan nuestras diferencias, politizarlas y caminar hacia un mundo más igualitario.