El Informe constituye una valiosa herramienta de las organizaciones de mujeres para incidencia en las políticas públicas para la igualdad de género y la protección de los derechos humanos de las mujeres. Uno de los mayores desafío señalado por las participantes del proceso es precisamente contribuir a instalar mecanismos de vigilancia y exigibilidad desde la autonomía de las organizaciones de mujeres.