La propuesta de ley pone en el centro a las mujeres, niñas, adolescentes y personas con posibilidad de gestar, priorizando la atención integral, restitución y reparación de las y les sobrevivientes de violencia sexual. Reconoce como fundamentales principios bioéticos como la beneficencia, la no maleficencia, la confidencialidad, la autonomía, además de disponer que los servicios sean accesibles, estén disponibles, sean aceptables y de calidad, y principalmente reconoce que el acceso al aborto por violación es un derecho.